Amado Nervo, la razón existencial
Este año 2019 se conmemora el centenario de uno de los escritores méxicanos más geniales que ha habido. Se trata de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo Ordaz, más conocido por su pseudónimo Amado Nervo (Tepic, Nayarit, 1870 - Montevideo, 1919).
Inició estudios eclesiásticos que, más tarde, abandonó por razones económicas. Sin embargo, todo ello le influyó notablemente para plantearse la razón de la existencia humana y el dilema de la vida y de la muerte. Ejerció entonces como periodista en Sinaloa y en Ciudad de México en 1894 colaborando en la Revista Azul y en los diarios El Universal, El Nacional y El Mundo. En el año 1900, el diario El Imparcial le envía como corresponsal a la Exposición Universal de París, donde reside un tiempo, llegando a entablar relación con Leopoldo Lugones, Oscar Wilde y Rubén Darío.
En ese tiempo había publicado su novela El bachiller en 1895 y sus primeros libros de poesía que fueron Perlas negras (1898) y Místicas (1898). Mientras permanece en Europa publica varias obras como Poemas (1901), El éxodo y las flores del camino (1902), Lira heroica (1902), Las voces (1904) y Jardines interiores (1905).
Cuando le fue cancelada la corresponsalía regresó a México donde ejerció como profesor en la Escuela Nacional Preparatoria hasta que formó parte del servicio diplomático méxicano ejerciendo estas funciones en Argentina y Uruguay. De esa época forman parte importantes obras de poesía como En voz baja (1909), Serenidad (1915), Elevación (1917). También destacan los ensayos Juana de Asbaje (1910) y Mis filosofías (1912).
Una de sus obras más emocionadas y sentidas fue La amada inmóvil que dedicó a sus sentimientos por la mujer de su vida Ana Cecilia Luisa Dailliez con la que vivió de 1901 a 1912 y cuya prematura muerte dió lugar a esta obra que se publicó en 1920, después del fallecimiento del autor.
Amado Nervo formó parte de la corriente modernista de la creación literaria y fue evolucionando hacia las preocupaciones liberales y humanas de la vida y en la que, como se ha indicado anteriormente, el existencialismo constituye el eje más central de toda su producción literaria. Todo ello le lleva a expresar en muchas ocasiones, con toda su crudeza, los aspectos más desagradables de la realidad.
Lo cierto es que se trata de un autor que muestra y plasma toda su emoción con enorme naturalidad y comprensión, lo que le convierte en un escritor extraordinario e imprescindible por su reflejo de los sentimientos humanos.