top of page
Posts Destacados

Galileo... ¿pero, de verdad, se mueve?...

Se acaba de descubrir, de una forma causal, como a veces ocurre con los grandes descubrimientos, un documento de extraordinaria importancia por el contenido del mismo. Se trata de una carta manuscrita por Galileo Galilei en la que, intentando evitar la consecuencias de una posible condena de la Inquisición, matiza su teoría sobre que la Tierra gira alrededor del Sol y no al contrario como veía siendo el dogma de la Iglesia.

Efectivamente, esta carta fechada el 21 de diciembre de 1613 y firmada con las letras G.G. fue enviada por Galileo a su amigo Benedetto Castelli en la que le manifestaba que la Biblia no recogía conceptos de astronomía y, en consecuencia, no debía seguirse al pie de la letra, defendiendo que el modelo heliocéntrico formulado por Copernico, 70 años antes, consistente en que el Sol era el centro del universo y la Tierra y los demás planetas giraban a su alrededor, no era incompatible con el texto bíblico. Castelli intentó devolver esa carta a Galileo. En 1615 el clérigo dominico Niccólo Lorini envió esta carta a la Inquisición, lo que fue el inicio del calvario de Galileo.

En ese momento, Galileo remitió a su amigo Piero Dini, clérigo en Roma, otra versión de la carta en la que suavizaba su teoría, acompañandola de una nueva carta en la que explicaba que la que primera que se había enviado estaba manipulada por terceros para facilitar y asegurar su condena por herejía. Asimismo, le pedía a Dini que la remitiera cuanto antes al Vaticano. En ese momento se le conminó a que dejara de defender la teoría heliocéntrica del Universo.

Sin embargo, el 21 de febrero de 1632, Galileo publicó su obra Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, en la que se burlaba de la prohibición y volvía a defender su teoría. Como consecuencia de haber violado esa prohibición que databa de 1616, se inició un proceso contra él en el que el día 22 de junio de 1633 se le condena a prisión perpetua que le fue conmutada por el Papa, por condena de arresto domiciliario, cuando de rodillas fue obligado a adjurar de su teoría ante una comisión de la Inquisición. Esta condena de arresto la cumplió primero en su casa de Florencia hasta 1638 y después en su casa de San Giorgio hasta su muerte en 1642.

La carta encontrada en los archivos de la Royal Society había pasado desapercibida porque estaba mal clasificada y se ha confirmado su autenticidad constituyendo un documento de gran transcendencia para comprender tanto la posición de Galileo como los valores y condicionamientos de su época.








Posts Recientes
Búsqueda por Tags
Síguenos
bottom of page