Los amantes de Teruel, el amor eterno...
Si hay un lugar donde la emoción resulta desbordante y con un enorme valor literario, éste no es otro que el mausoleo de Los Amantes de Teruel. Este monumento rinde homenaje a una de esas historias que parecen sacadas de un libro escrito por algún autor del siglo XVI, si bien lo que hay que decir es que es una historia verdadera. De todas formas, ha habido diversos autores que han escrito sobre estos hechos.
Cuenta la leyenda que en el siglo XIII hubo dos jóvenes que fueron Isabel de Segura, hija de uno de los hombres más ricos de Teruel, y Juan Diego Martínez de Marcilla, que carecía de bienes. Aunque Juan Diego pidió matrimonio a Isabel, ésta se negó por la oposición de su padre. Por ello, Juan Diego se unió como soldado de fortuna a las tropas cristianas que luchaban contra la invasión musulmana, con la intención de volver enriquecido y que Isabel le esperara durante cinco años. Durante esos cinco años, el padre intentó que Isabel contrajera matrimonio a lo que ella se negaba hasta que ya pasado ese tiempo, ante la falta de noticias de Juan Diego, se casó con otro hombre. Al poco tiempo Juan Diego volvió y al encontrarse con Isabel le pidió un beso que ella rechazó porque se debía a su marido. Juan Diego Insistió pero al volverse a negar Isabel, él cayó muerto de dolor. Durante el velatorio, Isabel se acercó a Juan Diego para darle el beso que le negó en vida y entonces ella murió cayendo su cuerpo encima del de Juan Diego.
En el año 1555, durante unas obras realizadas en la iglesia de San Pedro, se encontraron los cuerpos de dos jóvenes que habían sido enterrados juntos. Sería en 1619, con el documento historia de Los Amantes de Teruel, cuando se confirmó la identidad de los cuerpos. Desde 1555 a 1578 permanecieron en la iglesia, para pasar entonces a la capilla de San Cosme y San Damián del mismo templo. En el siglo XVII permanecieron fuera de la iglesia para volver a ella en el siglo XVIII, a su claustro en un panteón. Durante la guerra civil, los cuerpos fueron custodiados en los sótanos del convento de Las Carmelitas de Teruel y una vez finalizada volvió a la iglesia. Ya en septiembre de 2005, se inaguró el mausoleo que sen encuentra en un edificio de tres plantas que cuenta con una biblioteca y salas expositivas y didácticas. Lo más curioso del mausoleo es que cuenta con las figuras de los amantes que se tienden sus manos sin que lleguen a tocarse como símbolo de un amor no culminado.
Lo que si es cierto que esta hermosa historia ha sido objeto de obras de grandes autores como Tirso de Molina que escribió una obra de teatro en 1615, Juan Pérez Montalbán con su "Comedia famosa de Los Amantes de Teruel" en 1635 y Juan Eugenio Hartzenbusch que en 1837 escribió un drama romántico en prosa y verso. También destaca la crítica literaria de Mariano José de Larra en 1836 en el diario El Español. En la actualidad también el escritor Javier Sierra elaboró en 2016 un cuaderno de viaje titulado "Una noche con Los Amantes de Teruel". Igualmente, la historia ha sido tratada en un gran número de estudios y ensayos.
Todo ello ha contribuído a que esta historia se convierta en eterna y la visita al monumento se hace inolvidable.
