La Biblioteca de Alejandría o el saber universal
- Agustín Puente
- 27 mar 2018
- 2 Min. de lectura
Hubo una época en la que toda la sabiduría del mundo se concentraba en un único e impresionante lugar. Se trataba de la Biblioteca de Alejandría. En un tiempo en que Alejandro Magno estableció en Alejandría la capital de su imperio en el año 320 a.c., los acontecimientos llevaron a que sobre el año 288 a.c. se crease la que llegó a ser la más enorme y grande biblioteca del mundo, fundada entonces por Ptolomeo I Soter y ampliada por su hijo Ptolomeo II Filadelfo. Rápidamente se convirtió en el centro de referencia del saber universal al que acudían todos los estudiosos e investigadores, llegando a recopilar y albergar 900.000 manuscritos. Sin embargo, con el paso de la historia, este impresionante centro bibliográfico fue continuamente saqueado bajo el mandato de sucesivos emperadores, como el incendio que sufrió en la época de Julio Cesar o los detrozos de los tiempos de Aureliano, Diocleciano o Teodosio El Grande. En definitiva, una pérdida de grandes proporciones históricas.
No ha sido hasta estos tiempos más recientes en los que empezó a tomar forma la idea e iniciativa de recuperar nuevamente la biblioteca y crearla con el espíritu universal que tuvo en sus orígenes. Por ello, en 1.974 la Universidad de Alejandría comenzó a perfilar un proyecto que todavía tardaría varios años en plasmarse. Contó con el apoyo y patrocinio de la Unesco y de las Naciones Unidas. En la Conferencia de Asuán celebrada en 1990, se decidió la financiación que contaba con un gran número de países, sobre todo, del mundo árabe. Los trabajos se iniciaron en 1994 y finalizaron en 2002. El diseño del edificio en el que se sitúa la actual biblioteca simboliza el Sol de Egipto iluminando al mundo y a la civilización. Tiene un techo realizado con paneles de vidrio de 160 metros de diámetro inclinados hacia el mar como un reloj solar y con una pared exterior de granito gris de Asuán tallada con símbolos de 120 escrituras diferentes.

Se trata de un proyecto universal en el que se ha recuperado la inspiración histórica y la referencia del saber universal. Así lo reconoció la Declaración de Asuán del año 1990: "La Bibliotheca Alexandrina servirá de testimonio a un momento decisivo en la historia del pensamiento humano: el intento de crear un summum del conocimiento, de reunir las escrituras de todos los pueblos..., una empresa original que, al abarcar la totalidad y diversidad de la experiencia humana, se convirtió en la matriz de un nuevo espíritu de indagación crítica, de la percepción elevada del conocimiento como un proceso de colaboración".
La visita de esta Biblioteca se convierte en una experiencia inolvidadable y un recuerdo memorable. Por lo que representa y lo que quiere ser, desde nuestra agencia, le damos todo nuestro homenaje.
Comments