El cronista de la realidad histórica...
- Agustín Puente
- 11 oct 2017
- 2 Min. de lectura
Este año se cumple el centenario del nacimiento de uno de los más grandes escritores de la literatura hispanoamericana. Se trata de Augusto Roa Bastos (Asunción 1917 - Asunción 2005). Ha sido narrador, poeta, periodista, conferenciante y profesor.
Pasó su infancia en el pueblo de iturbe de la región de de Guairá, un pequeño pueblo guaraní , que fue inspiración y referencia muy constante en muchas de sus creaciones.
En 1932 participó en la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia. Desde 1936 trabajó como periodista en el diario El País en Asunción llegando a ser director del mismo. En 1944 se traslada a Gran Bretaña tras recibir una invitación del British Council y permaneció allí como corresponsal de su diario además de colaborar con la BBC inglesa.

En 1947 su oposición al régimen dictatorial de su país, le obligó a exiliarse durante más de 40 años, pasando gran parte de este tiempo en Buenos Aires. En 1953 publicó una colección de cuentos bajo el título El trueno entre las hojas que marcó el inicio de su obra. En 1960 publica una de sus obras más importantes como fue Hijo de hombre en la que el autor relata la historia de los últimos cien años de Paraguay. esta obra supuso un gran reconocimiento de público y crítica y recibió el Premio Internacional de Novela de Losada. A esta obra le siguieron la publicación de cuentos y textos cortos como El baldío (1966), Madera quemada (1967), Los pies sobre el agua (1967), Moriencia (1969) y Cuerpo presente (1971),
Ya en 1974 publicaría su gran obra Yo el Supremo que está considerada una de las novelas cumbre de la literatura hispanoamericana. Se trata de una novela histórica en torno a la figura del dictador Gaspar Rodríguez de Francia que gobernó el país entre 1814 y 1840 bajo la fuerza del autoritarismo y aislando al país de toda intervención externa. En ella realiza una profunda y acertada reflexión de este periodo histórico y del poder.
En 1976, con el golpe de estado de Videla en Argentina, la obra fue prohibida en el país y Augusto Roa aprovechó para exiliarse a Francia donde trabajó como profesor en la Universidad de Toulouse. En este periodo de tiempo publicó las novelas cortas El sonámbulo (1976) y Lucha hasta el alba (1979). En 1982 en una visita a Paraguay fue expulsado por la dictadora gobernante de Alfredo Stroessner acusado de difundir ideas marxistas. Tras la caída de la dictadura en 1989, comenzó a viajar regularmente a Paraguay, aunque siguió residiendo en Francia, hasta 1996, en que volvió definitivamente a su páis. En estos año publicó sus novelas Vigilia del Almirante (1992), El fiscal (1993), Contravida (1994) y Madama Sui (1995).
En 1989 le fue concedido el Premio Cervantes y en 1990 recibió la la Orden Nacional del Mérito de Paraguay.
Realmente, se trató de un escritor que relató con toda su crudeza la historia de la realidad social de Paraguay con un estilo literario único y reivindicó el carácter bilingüe del país, entre el castellano y el guaraní. En definitiva uno de los grandes autores de la literatura hispanoamericana que ha dejado una profunda e imborrable huella.
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