La historia interminable
Se cumplen cuarenta años desde que el genial escritor alemán Michael Ende (Garmisch-Partenkirchen, Alemania 1929 - Filderstadt, Alemania 1995) comenzará a escribir uno de los libros de aventuras más impresionante. Se trata de la fantástica La historia interminable.
Efectivamente, aunque no se publicó hasta 1979, es interesante recordar el aniversario del inicio de la escritura de este libro emocionante, ya que un libro tan peculiar no puede tener más que una creación peculiar.
Fue en febrero de 1977 cuando Michael Ende tras recibir la visita de su editor Hansjörg Weitbrecht, que le apremió para que iniciara su siguiente libro, cuando el autor comenzó a dilucidar lo que sería su siguiente creación. En ese momento, tras dar vueltas a algunas ideas, escribió en un papel la idea sobre la que giraría la aventura con estas palabras: "Un niño toma un libro, se encuentra literalmente dentro de la historia y tiene problemas para salir". El editor se mostró entusiasmado y lo que parecía que iba a ser un trabajo sencillo acabó convirtiéndose en un trabajo arduo y laborioso.
El libro está divido en dos partes muy diferenciadas. La primera discurre entre el Reino de la Fantasía, un mundo fantástico descrito en el libro La historia interminable, y el mundo real. En el mundo fantástico, la Emperatriz Infantil encarga al joven guerrero Atreyu que halle una cura para una enfermedad que la está matando lentamente. Mientas, en el mundo real Bastián Baltasar Bux lee está historia, que cada vez siente como más real. La segunda parte, que transcurre inmediatamente al término de la primera, se desarrolla completamente en el Reino de la Fantasía describiendo el viaje de Bastián por él mismo y la visión y reconstrucción que hace de éste mundo.
El libro se inicia cuando Bastián entra en una librería, a cuyo propietario llamado Karl Konread Koreander, le cuenta lo mal que lo pasa con sus compañeros de clase. En un descuido del librero, el niño se lleva un libro titulado La historia interminable.
A medida que iba escribiendo el libro Michael Ende se sentía dominado y sobrepasado por su propia creación, llegando a pedir a su editor un diseño especial mediante un volumen encuadernado en cuero con incrustaciones de madreperla y completada con cierres de latón. La sorpresa del editor, ante esta petición, fue mayúscula. Finalmente, se acordó que el libro aparecería publicado en tinta de dos colores para diferenciar ambos mundo, el fantástico y el real y cada uno de los veintiséis capítulos comienzan con una letra ornamental, siendo ilustrado por Roswitha Quadflieg.
Realmente se trata de un libro extraordinario y tan fantástico como su propio título ya lo presenta, pues recrea una aventura en un mundo inigualable y genial y con una galería de personajes que causa una gran impresión y sorpresa por la emoción con la que el autor los ha cuidado.
Un libro cuya lectura resulta completamente recomendable, cuando no imprescindible, para recordar que una vez fuimos niños y el mundo entonces era de otra manera.
“- ¿No sabes nada de Fantasía? Es el mundo de la fantasía humana. Toda parte de él, toda criatura representa los sueños y las esperanzas de la humanidad. Por lo tanto no tiene límites. - ¿Entonces por qué se está muriendo? - Porque la gente ha empezado a perder esperanza y al olvidarse de sus sueños. ¡La Nada se hace cada día más poderosa!” (La historia interminable)