La filosofía de la comunicación
El pasado día 15 de mayo se se ha conocido una triste noticia como fue el fallecimiento del filósofo y pensador alemán Karl-Otto Apel (Düsseldorf 1922 - Niedernhausen 2017).
Se trata de uno de los grandes nombres de la llamada Escuela de Fráncfort y su campo de estudio se movía en el ámbito de la filosofía de la comunicación. Estudió planteamientos morales sobre lo que está bien y lo que está mal, mediante juicios de valor dirigidos a considerar la legitimidad de las normas así como la procedencia de su cumplimiento. Por ello, una vez considerada que una norma es legítima adquiere una validez universal cuyo cumplimiento debe ser obligatorio y no depende de pactos o acuerdos entre aquellos a los que va destinado.
Sus estudios estuvieron centrados, en gran parte, en considerar que las acciones comunicativas constituyen la base de la construcción de la democracia, ya que ello contribuye a fomentar la capacidad de decisión general y la participación colectiva en todos los asuntos de transcendencia. El papel de la comunicación y la capacidad del lenguaje permite debatir a los hombres con sus semejantes desde un punto de vista racional y esto es lo que permite tomar decisiones, según consideraba el filósofo. Por ello, manifestaba que sólo mediante un profundo debate entre los hombres se puede llegar a argumentos que permitan admitir la validez de las normas universales.
Fue autor de un gran número de obras que recogen sus escritos y estudios en los que, con gran lucidez y una enorme consideración, fija los fundamentos de la ética comunicativa y la filosofía práctica en su sentido más amplio.
Un gran pensador que contribuyó a dar claridad al mundo de la comunicación y que deja una huella imborrable y sus estudios serán considerados pilares de una filosofía contemporánea y evolutiva. Le damos todo nuestro reconocimiento.