Y apareció el TBO
Este año 2.017 se celebra el centenario de la primera aparición de una de las revistas satíricas más importantes e influyentes del siglo XX.
Efectivamente, fue en 1.917 cuando vió la luz el primer número de la revista TBO que nació en el taller litográfico de Arturo Suárez que se encontraba en la calle Universidad de Barcelona. Esta publicación apareció sin muchas pretensiones y se editaba en un único color, que era el azul, a un precio de 5 céntimos. A partir del noveno número asume la dirección de la revista Joaquín Buigas Garriga que procedió a dotarla de una nueva impronta aumentando el tamaño de su formato y pasando a utilizar dos colores que eran el rojo y el negro. En esa época se fueron ampliando los contenidos donde su variedad y cantidad fue haciendo que el público que, en un primer momento era infantil y juvenil, se incrementara convirtiéndose en una publicación con seguidores más adultos y de carácter familiar. Entonces, desde 1.919 a 1.935 se vendía a 10 céntimos y su éxito fue extraordinario ya que de una tirada de 9.000 ejemplares en ese primer año paso a 220.000 ejemplares en el referido año 1.935. Durante la guerra civil se siguió publicando en la zona republicana manteniendo todas su características.
En 1.939 se creó la editorial Buigas, Esti- vill y Viña que se encargaría de la publicación. Entre 1.941 y 1.944, su edición fue muy irregular debido a que no tenía permiso para aparecer periódicamente y a la carestía de papel, de modo que sólo se publicaron quince números y un almanaque. A partir de 1.946 consigue aparecer mensualmente y desde 1.949 con carácter quincenal lo que permitió publicar 131 números ordinarios, 8 extraordinarios y 20 almanaques. Entonces el precio pasó de 90 céntimos en 1.941 a una peseta y veinte céntimos en 1.949.
Desde 1.952 se reinició la numeración manteniendo y creando nuevas historias y secciones, llegando a publicar hasta 1.972, un total de 789 números ordinarios, 115 extraordinarios y 39 almanaques.
En 1.972 pasó a denominarse TBO 2000 y cuyo título se mantuvo hasta 1.979 en el que recupera la denominación simple de TBO, reiniciando la numeración desde el número 2.000. Entonces llegaron a publicarse hasta 1.983, un total de 503 números ordinarios, 12 extraordinarios y 22 almanaques. En ese momento, mantenía una dura competencia con las publicaciones de editorial Bruguera, lo que le llevó a una profunda crisis que liquidó a la revista en 1.983. Su debilidad fue tal que sus fondos fueron adquiridos en ese año por la propia competidora que era Bruguera quien se encargó de su edición hasta que esta editorial fue liquidada en 1.986.
Tras el hundimiento de Bruguera, los fondos de TBO fueron adquiridos por Ediciones B quien se encargaría de su publicación, con carácter mensual, hasta 1.996. Desde entonces, hasta 1.998, la perioricidad de la publicación fue irregular. Fue en este año cuando se publicó su último número.
En defintiva, una revista extraordinaria y sólamente baste decir que su influencia fue tan grande que consiguió que todas las publicaciones de comics pasaran a denominarse tebeos. La base de su éxito fue era de una lectura muy sana y simple, sin ninguna influencia ideológica lo que le permitía llegar a todas las bases sociales de público que la aceptaban por su propia característica.
Merece la pena recordar a esta revista y, si es posible, leer alguno de sus números para disfrutar de una gran publicación.