Roald Dahl, la invitación a soñar con la magia
Este año se cumple el centenario de un gran escritor creador de mundos llenos de magia como es Roald Dahl (Cardiff 1916 - Oxford 1990). Es un autor muy reconocido por sus narraciones infantiles aunque también tiene libros extraordinarios para adultos. Su familia era de origen noruego, lo que le permitió pasar algunos tiempos de niño en Noruega. Recibió una estricta educación inglesa aunque no destacó como un buen estudiante. Posteriormente, ya en su juventud, prestó servicios de aviador en la Royal Air Force.
Escribió fantásticas obras infantiles que son narradas desde el punto de vista de un niño, con la presencia de adultos que tratan mal a los niños y con otro adulto que viene a ser el punto amable en tanta discordia. Para ello, el autor crea, en sus libros, escenarios ciertamente un tanto grotescos e inverosímiles pero descritos con una base de humor que pretende hacerlos amables. En 1.943 publica su primera obra infantil Los gremlins. Tras varios años, en los que se dedicó a otros trabajos y publicaciones, en 1.961 publicó James y el melocotón gigante, En 1.964 publicó una de sus más grandes y exitosas obras como fue Charlie y la fábrica de chocolate y que incrementó la popularidad que ya venía teniendo. Le siguió en 1.966 el libro El dedo mágico. En 1.973 publicó la secuela de Charlie y la fábrica de chocolate, bajo el título Charlie y el gran ascensor de cristal. Publicó un gran número de obras infantiles, muchas de ellas con gran éxito, y de las que merece destacar Los cretinos (1980), El gran gigante bonachón (1982), Las brujas (1983) y la maravillosa obra titulada Matilda publicada en 1.988. Pero lo cierto es que todas sus obras infantiles son impresionantes. Muchos de sus libros se han llevado al cine, igualmente, con gran éxito.
También escribió muy buenos libros para adultos como Hombre del sur (1948) que fue llevado al cine por Alfred Hichcock en su serie de relatos para televisión o por Quentin Tarantino en su película Four Rooms. También publicó otras novelas como Jamás digas nunca (1956) y Mi tío Oswald (1979).
Roald Dahl también se dedicó a escribir guiones de cine, por razones económicas, para películas de James Bond o la película Chitty Bang Bang. A todo ello hay que añadir que publicó obras de poesía para niños, antologías y textos autobiográficos.
En definitiva un autor fantástico, único, impresionante con una comprensión de la literatura que eleva su obra a un nivel muy grande y cuya lectura es, sin ningún género de duda, absolutamente recomendable, si queremos soñar con la magia y pasar momentos inolvidables que dejarán una huella permanente en el lector.
