Cuando la magia se convierte en arte magistral
Hace 50 años se publicó un libro que forma parte de la historia del cine. En 1.966 se publicó El cine según Hitchcock, una obra en la que nos encontramos a un joven François Truffaut (París 1932 - Neuilly sur Seine 1984) que mantiene lo que viene a ser una extensa conversación con el gran maestro del suspense Alfred Hitchcock (Londres 1899 - Los Angeles 1980), allá por el año 1.962. En la época en que se produjo esta conversación Truffaut tenía 30 años y tres películas en su haber mientras que Hitchcock tenía 63 años y una cincuentena de películas en su existencia.
Este libro comprende una entrevista en la que el cineasta inglés responde a unas quinientas preguntas planteadas por el cineasta francés, que se produjo durante más de 50 horas a lo largo de ocho días. Todo ello se debió al propio empeño que puso Truffaut en que se llevase a término esta entrevista, presentándose en Estados Unidos, y con la finalidad de dar a conocer los rasgos más característicos y fundamentales de la cinematografía de Hitchcock que, también, ciertamente vió este proyecto como un vehículo de promoción propia.
En el libro, Truffaut va dirigiendo, de forma magistral, la situación, planteando las diferentes cuestiones de un modo directo, reconociendo, en algunos momentos que no recuerda o no conoce con detalle, algunos de los aspectos que pregunta, mientras que Hichcock va respondiendo, de forma sincera y con gran maestría a todo lo que se propone. El director francés demuestra que tiene muy preparada la entrevista y pretende que el director inglés desvele las circunstancias del nacimiento y elaboración de cada una de sus películas, que descubra algunos de sus secretos y le dé su opinión sobre el resultado comercial de ellas.
El director inglés, reconociéndose como maestro del suspense, expone en qué consiste para él, expresando que se trata de colocar una acción, en la que los personajes resulten ajenos a la sorpresa que se va a producir momentos después, haciendo que para el espectador, esos momentos se conviertan en tensos y eternos. Con ello pretende llegar de una manera directa al público, llevando a éste a ser partícipe, ya que, para el director inglés, el cine sobre todo es mostrar, reduciendo los diálogos a lo estrictamente necesario.
El cine según Hichcock no es sólo un libro de cine, sino una obra que descubre un universo sensacional y no pretende ser simplemente la descripción de una vida dedicada al cine. A lo largo de sus páginas se va convirtiendo en una entrevista plagada de confidencias personales referentes a detalles, situaciones y protagonistas de cada una de sus películas, expresando la justificación y la opinión sobre ellas. Es cierto que el libro va describiendo toda su filmografía.
Todo ello tuvo como escenario los estudios Universal, con la ayuda de la traductora Helen Scott, y existen varios documentos gráficos de un encuentro que quedó para la historia.
Realmente es un libro extraordinario, una gran obra de sabiduría, intenso y sincero, completamente recomendable en su lectura, ya que no dejará indiferente al lector y lo recordará en el tiempo.