... Y llegó Becquer....
El día 17 de febrero se ha conmemorado el 180 aniversario del nacimiento de un gran escritor como es Gustavo Adolfo Domínguez Bastida más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla 1836 - Madrid 1870). Fue un narrador y poeta del movimiento del romanticismo del siglo XIX que, real y curiosamente, ha tenido más éxito y reconocimiento después de su muerte que en vida. En el momento en que Bécquer comienza a escribir está en auge el movimiento del realismo dominado por una poesía
pomposa y prosaica carente de toda profundidad y que no era capaz de expresar sentimientos. La poesía de Becquer se encuadra dentro de una corriente más intimista, sincera y sencilla en la que domina la facilidad de su estilo recobrando la poesía popular. Pero es que como prosista su obra no se queda en menor importancia con un estilo lleno de vitalidad y emoción dominado por la sensibilidad.
Hijo y hermano de pintores se trasladó a Madrid en 1.854 con el objeto de de dedicarse a su carrera literaria, si bien sus inicios no fueron fáciles, ya que no conocía éxitos y tuvo que dedicarse al periodismo y a hacer adaptaciones de obras de teatro extranjero. En 1.858 tras una estancia en Sevilla que le mantuvo varios meses en cama por una enfermedad escribe su primera leyenda El caudillo de las manos rojas. Entre este año y 1.865 escribe, precisamente, la mayoría de sus leyendas entre las que destacan El monte de las ánimas (1861), Los ojos verdes (1861), El rayo de luna (1862), El miserere (1862), La promesa (1863) o La rosa de la pasión (1864), de entre un total de una treintena de creaciones, la mayoría de ellas pertenecientes al género gótico o de terror. Son también destacables otras obras como Cartas literarias a una mujer (1860-1861) y Cartas desde mi celda (1864),
Igualmente extraordinarias son su Rimas que fueron publicadas en algunos periódicos de la época entre los años 1.859 y 1.871. Son ochenta y seis creaciones. Todas ellas iban a ser publicadas en un único libro en 1.868 pero el ejemplar que estaba preparado, se perdió en unos disturbios de ese año. Becquer con la ayuda de unos amigos consiguió rehacer las Rimas y las recopiló en una obra titulada El libro de los gorriones que, en sucesivas ediciones, se fue progresivamente ampliando. Con posterioridad las Rimas se publicaron divididas en cuatro grupos, que fueron el primero que recopila las rimas I a XI y que recogen una reflexión sobre la poesía y la creación literaria; el segundo que recopila las rimas XII a XXIX con el tema principal del amor y sus efectos en el alma del poeta; el tercero comprende las rimas de la XXX a la LI que expresan los efectos que la decepción y el desengaño derivados del amor causan en el alma del poeta; y por último, las rmas de la LI a la LXXXVI que muestran al poeta enfrentado a la muerte y con toda su decepción por el amor y el mundo.
En definitiva, un escritor fantástico, cuya lectura de sus obras provocan una sensación de nostalgia y agradable impresión que unido al facilidad con que se leen sus libros, se puede asegurar que el lector se lo pasa muy bien dejándose absorver por las mismas y el tiempo transcurre de una forma imperceptible.