Ruben Darío, la revolución literaria

Este año se conmemora el centenario del fallecimiento, el día 6 de febrero, de Felix Rubén Garcia Sarmiento, más conocido como Rubén Darío (Metapa, Nicaragua 1867 - León. Nicaragua 1916). Tomó el nombre de Darío por su abuelo. Fue un escritor único y extraordinario que revolucionó la literatura de la época, en un momento necesitado de grandes innovaciones, en las que Rubén Darío jugó un papel imprescindible.

La vida de Rubén Darío no fue precisamente fácil, sino que, más bien, estuvo repleta de momentos convulsos y sin sosiego. Sus padres tuvieron un inestable matrimonio de convivencia que llevó a Rubén a vivir, de pequeño, con sus tíos quienes se comportaron como auténticos padres y, de hecho, de niño prefería firmar sus trabajos escolares con el apellido de su tío que era Ramírez. La casa de sus tíos era un hervidero de tertulias intelectuales que influyeron notablemente en el carácter de Rubén. Ya de esa muy temprana edad comenzaron sus inquietudes literarias, componiendo varios poemas y devorando

la lectura de múltiples libros que se encontraban en la casa. Posteriormente, se casó en dos ocasiones y convivió con otra mujer, con la que no pudo casarse, hasta el final de sus días. Todo ello, no contribuyó, en modo alguno, a darle una vida tranquila.

Se dedicó al periodismo en el diario La Nación, en una época en la que residió en Buenos Aires en 1.892. También llegó a ser representante diplomático de Nicaragua en Madrid en 1.907.

En cuanto a su creación literaria, Rubén Darío es uno de los más importantes precursores y representantes del modernismo hispanoamericano, plenamente renovador mediante el uso de una métrica muy representativa en sus poesías, muestra su insatisfación con la sociedad burguesa, con un caracter intimista y reflexivo. La brillantez de sus creaciones le dió un importante éxito y aceptación de la crítica en general e influyó, notablemente, en multitud de escritores en ambos lados del Atlántico. Su poesía es muy bella y culta, constituyendo las dos principales características de la misma. En 1.887 publica su obra Abrojos que le muestra como un poeta angustiado e incomprendido. En 1.888 publica una de sus obras fundamentales como fue Azul donde muestra su crítica a la burguesía que le incomoda permanentemente y que constituye el punto de partida del referido modernismo hispanoamericano. Posteriormente publica Prosas profanas (1896) cuyo contenido fue el amor y lo erótico. Sin embargo, si ha habido una obra que le ha consagrado y le ha elevado a los altares de la literatura, ha sido Cantos de vida y esperanza (1905) con una poesía elegante y refinada que muestra su lado más intimista. Igualmente, extraordinaria fue El canto errante (1907) que continúa mostrando una poesía conceptualmente elevada. También son destacables sus siguientes obras, Poemas del otoño y otros poemas (1910) y Canto a la Argentina y otros poemas (1914).

En defintiva un auténtico revolucionario de la literatura poética y un innovador constante que convierten sus obras en verdaderas creaciones llenas de emoción y de deliciosa lectura.