Andersen, el creador de cuentos
Este año se ha celebrado el 150 aniversario de la muerte de uno de los más grandes escritores de la literatura infantil, como es Hans Christian Andersen (Odense 1805 - Cophenague 1875). Sus cuentos son tan conocidos que se han convertido en esenciales en el mundo de los niños.
Andersen nació en el seno de una familia pobre. En 1.819, con catorce años, se trasladó a Copenhague donde intentó, sin ningún éxito, convertirse en actor, cantante o bailarín. Fue un viajero empedernido y durante varios años visitó diversos países de Europa como Alemania, Grecia, Turquía, Suecia, España, Reino Unido, Malta llegando a Constantinopla, lo que influyó, notablemente, en su creación literaria, elaborando varios libros de viajes como Bazar de un poeta (1842), En Suecia (1851), España (1863) y Visita a Portugal (1866). También escribió poemas como El niño moribundo (1827) u obras de teatro como El amor en la torre de San Nicolas (1839). Durante su vida alcanzó un gran reconocimiento y recibió muchos y merecidos homenajes.
Escribió innumerables obras. Sin embargo, si hay algo por lo que Andersen se ha convertido en uno de los autores más importantes de la literatura universal es por sus cuentos infantiles. Durante uno de sus viajes por el Reino Unido conoció a Charles Dickens cuya visión de la realidad y de las clases sociales le ayudaron en la creación de sus cuentos. En 1835 publicó Cuentos para contar a los niños, lo que fue el inicio de una muy larga serie de cuentos infantiles, ya que llegó a publicar más de 150, entre 1.835 y 1.872, lo que le ha convertido en uno de los escritores clásicos de la literatura infantil por excelencia.
"Viajar es vivir"
Entre sus cuentos más conocidos se encuentran El patito feo, El traje nuevo del emperador, La reina de las nieves, Las zapatillas rojas, El soldadito de plomo, El ruiseñor, El sastrecillo valiente, El ave Fenix, La sirenita, Pulgarcita, La pequeña cerillera, La princesa y el guisante o Las habichelas mágicas. Todos ellos están escritos con un estilo muy simple y muy refinado, dominados por una gran sensación creativa y una técnica literaria arrolladora. La lectura de cualquiera de sus cuentos es deliciosa, emocionante y apasionante en los que se percibe la elegancia que domina cada una de sus composiciones. Merece la pena recordar y leer estas maravillosas obras para volver a sentirnos niños por un rato y pasar momentos inovidables.